Solamente en soledad nos encontramos a nosotros mismos: y encontrándonos a nosotros mismos, es que nos encontramos en todos nuestros hermanos en soledad. —Miguel de Unamuno
Vivimos en un mundo ruidoso y de listas colmadas de tareas pendientes, rodeados de personas que nos necesitan todo el tiempo: nuestros hijos, parejas, amigos, compañeros de trabajo y jefes — así que tenemos tendencia a perdernos en los demás y olvidar quiénes somos en realidad. Surcamos nuestras emociones tratando de ponernos al día pero, por supuesto, nunca lo conseguimos. La mayor parte del día se trata acerca de los otros y todo lo demás, y nos vamos relegando a un segundo plano. Nuestro tiempo es limitado y no queremos aceptar de que un día nos daremos cuenta que vivimos nuestras vidas al servicio de los demás en vez de haber descubierto nuestro verdadero potencial.
En 2012, en un artículo en The New York Times, Susan Cain, autora del libro Quiet: The Power of Introverts in a World That Can’t Stop Talking (Silencio: el poder de los introvertidos en un mundo que no para de hablar), dijo que “la gente más espectacularmente creativa en muchos campos es muy a menudo introvertida, de acuerdo con los estudios realizados por los psicólogos Mihaly Csikszentmihalyi y Gregory Feist”. Ella se centra en el mundo de los negocios, controlado por reuniones y conferencia sin descanso que, ciertamente no conducen a la introspección.
Así que encontremos modos de liberar nuestra creatividad y disfrutar de estar solos con nuestros pensamientos.
CÓMO ENCONTRAR TIEMPO PARA ESTAR SOLA
- Como dijo Sócrates: “Una vida sin analizar no vale la pena ser vivida”. Debemos ir a ese lugar sereno en nuestro interior para recordar quiénes somos. En privado, necesitamos analizar si la vida que llevamos es la que realmente queremos y, luego, cambiar lo que sentimos que no funciona para nosotros.
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- El ejercicio oxigena nuestros cuerpos y nuestras mentes. Correr sola, andar en bicicleta, o caminar en la playa es relajante y probablemente ganarás perspectiva y encontrarás repuestas interiores mientras lo haces. En la naturaleza encontramos la tranquilidad que necesitamos para aquietar nuestras mentes.
- Regístrate en un hotel cercano, sola. La gente que está en nuestras vidas nos define, pero también nos invade hasta el punto de que olvidamos que también somos individuos. En soledad, tenemos la oportunidad de ordenar nuestros pensamientos y volver junto a quienes amamos de una manera renovada y con una idea clara de lo que queremos. Necesitamos saber dónde trazar la línea entre nuestras necesidades y las de los demás. Habla con tu esposo y asegúrense ambos de tener un tiempo para sí mismos de modo individual, incluso si eso significa tener que alejarse un poco de la familia a veces.
- Escribe tus pensamientos y sentimientos. Ponlo en papel (no en tu teléfono o en tu mente), escribe lo que temes aceptar de ti misma o de los demás. Este acto sencillo te ayudará a descubrir la forma en que manejas tu vida. Una vez hayas terminado, decide cómo continuar tu historia. Puedes empezar un nuevo capítulo cada día. Escribe una nueva historia si no te gusta la que estás viviendo.
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- Si puedes, tómate un par de días libres sola. Esto te dará una sensación de fortaleza e independencia. Date gustos y no te sientas culpable de ello. Tú también necesitas y mereces tiempo para ti misma. El mundo no se caerá en pedazos si delegas responsabilidades por un par de días y te tomas el tiempo de ser consciente de tu propio bien. Cuando vuelvas al mundo real, todos cosecharán los beneficios de una persona descansada.
- Date pequeños gustos como un baño en la tina. No necesitas correr a una isla desierta para descansar y relajarte. Una vez entres al agua, piensa en ti misma, en tus pensamientos, en ti. Evita pensar en todo lo que hay por hacer. Este es tu tiempo, un tiempo para sanar detrás de la puerta cerrada del cuarto de baño, sin importar lo que esté sucediendo afuera.
Para poder ser la mejor madre, mujer y empleada, primero necesitas tomar el tiempo para ser lo mejor que puedas. Y eso, solo sucede en soledad.