Otra cosa a tener en cuenta cuando se toma una decisión que va a marcar la vida de un niño, además del significado del nombre, es simplemente cómo queda con el apellido; y se puede comprobar diciéndolo en voz alta una cuantas veces. También es buena idea asegurarse de que las iniciales no formen una palabra… inconveniente. Anticípate a los apodos o diminutivos que nos puedan molestar y comprueba cómo quedan éstos seguidos del apellido.
Las familias bilingües pueden optar por un nombre que haga referencia a su cultura o que sea similar en ambos idiomas para facilitar su uso. Afortunadamente entre los nombres clásicos, ¡hay un montón para elegir!