13. Cuando tienes éxito financiero.
Si disfrutas de extrema riqueza o eres económicamente estable, tu situación financiera es asunto tuyo y de nadie más. Tal vez trabajaste duro para alcanzar tu estado fiscal, o tal vez has nacido en una familia rica. A pesar de todo, no tienes que disculparte por lo que tienes. Tu trabajo es cuidar de tu familia, mantener un nivel de autoestima y determinación y asegurarte de que ayudar a los demás cae en algún lugar en tu lista de prioridades.