1). Tienes fiebre.
La fiebre es no sólo una gran excusa para reportarte enferma, sino que también forma de tu cuerpo para combatir la infección. Si tienes temperatura de 100.3 o superior y estás experimentando toda la alegría que viene con una fiebre: escalofríos, sudores fríos, dolor de cuerpo, entonces tu mejor apuesta es quedarte en casa y descansar.