Por qué adoramos a los bebés-MainPhoto

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Los bebés nos provocan ternura, y no sólo los humanos, los cachorros, en general, nos hacen emitir un “ohhh” acompañado de una sonrisa. ¿Los videos más exitosos de YouTube? Los que tienen como protagonistas a niños y/o animales. Podemos no tener ganas de ser padres, ni siquiera saber lo que es ser tío o nunca haber convivido con hermanos menores… pero un bebé siempre nos hace bajar la guardia. Los publicistas lo saben y lo utilizan a conciencia.

En definitiva, ¿cuáles son esos rasgos que hacen de los bebés una atracción irresistible?

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LAS BASES CIENTÍFICAS
Los científicos y naturalistas como Darwin o Konrad Lorenz han hablado siempre de una explicación científica detrás de nuestro instinto parental, que es lo que hace que los bebés y niños nos parezcan adorables y no les agredamos en la mayor parte de los casos. La pederastia y otras formas de violencia infantil son aberraciones lejos de la norma.

Parece que hay un punto exacto en la corteza orbitofrontal media del cerebro responsable de que nos gusten los niños y que provoca en los adultos un impulso hacia su protección. Este punto se activa en presencia de un niño con sus rasgos infantiles típicos y no bajo otras condiciones.

LOS RASGOS INFANTILES QUE NOS RESULTAN IRRESISTIBLES

  • Cabeza grande con un cuerpo pequeño, y cómo esa cabeza les pesa.
  • Frente abultada que dibuja un perfil inconfundible.
  • Ojos muy grandes situados muy abajo en relación a la frente, y esa mirada fija y asombrada.
  • Barbilla pequeña, generalmente sucia.
  • Rasgos suaves y redondeados.
  • Movimientos torpes y “graciosos”.
  • Imitación del adulto que nos resulta cómica.
  • Aroma a “bebé”. Los niños pequeños desprenden un olor característico a bebé que, seguramente, está cargado de hormonas condicionantes del comportamiento de los adultos.
  • La “media lengua” con que nos hablan.
  • La candidez de su forma de ver la vida.
  • Su lógica aplastante a edades tempranas como los 4 años.
  • Su capacidad de creer en que todo es posible.

¿Y a ti? ¿Qué es eso que te resulta irresistible de tus hijos, sobrinos, nietos… o de los niños en general?