Si crees que el cáncer de colon es una enfermedad de hombres, que sólo afecta a los ancianos y que no se puede prevenir, te has creído tres mitos del tercer cáncer más diagnosticado en Estados Unidos. Por el contrario, deberías saber que afecta por igual a hombres y mujeres jóvenes, que está aumentando su incidencia entre adultos menores de 50 años y que es un tipo de cáncer que se transmite de padres a hijos.
Marzo es el Mes de Concientización del Cáncer de Colon y la ocasión de aprender algo más sobre esta enfermedad. Según la Sociedad Americana para el Cáncer (American Cancer Society, ACS) el cáncer colorrectal se diagnosticará a unas 143.000 personas en 2013, año en el que causará unos 50,800 fallecimientos. Tenemos 1 probabilidad entre 20 de sufrir cáncer colorrectal a lo largo de nuestra vida según sus estimaciones. Si nadie cercano ha sufrido esta enfermedad o, como yo, algún familiar murió a consecuencia de un cáncer de colon, es el momento de informarse.
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INFORMACIÓN BÁSICA
El colon es la última parte de nuestro sistema digestivo, un tubo muscular de 5 pies de longitud, también llamado intestino grueso. El agua y las sales de los alimentos se absorben a través del colon, una vez el intestino delgado ha hecho lo mismo con los nutrientes. Las seis últimas pulgadas del colon son el recto. El cáncer de colon y el de recto tienen características comunes, por lo que en general se conoce como cáncer colorrectal.
El cáncer suele comenzar en el revestimiento interior del colon en forma de pólipo benigno. Esto es un pequeño bulto que se puede descubrir con una prueba de imagen. Con el tiempo, este tejido anómalo puede convertirse en cáncer. Otras afecciones digestivas que causan inflamación crónica del revestimiento del colon también pueden evolucionar para provocar cáncer.
El cáncer colorrectal se desarrolla lentamente por lo general, a lo largo de un periodo de años. Una vez que comienza a formarse en pólipos o en las células interiores, crece adentrándose en las capas más profundas del colon, hasta alcanzar los vasos sanguíneos y linfáticos. Llegado a este punto, puede extenderse a otros órganos y causar metástasis. El cáncer colorrectal tiende a invadir el hígado y los pulmones. Para una información más completa sobre los tipos de cáncer colorrectal, consulte la organización American Cancer Society.
CONOCE TU RIESGO
Aunque el cáncer de colon se transmite entre familiares, los casos hereditarios sólo explican un 20% del total. Al igual que con otros tipos de cáncer, es difícil determinar la causa. Algunos factores de riesgo del cáncer colorrectal son:
La edad: las probabilidades aumentan con la edad, hasta el punto que el 90% de los pacientes diagnosticados tiene más de 50 años. Los casos en pacientes más jóvenes suelen presentar factores adicionales.
Enfermedades inflamatorias intestinales: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa aumentan el riesgo, dado que la inflamación crónica puede provocar cáncer.
Historia familiar: tener un familiar de primer grado con cáncer colorrectal duplica el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Si el familiar es menor de 45 años o hay más miembros de la familia afectados, las probabilidades son aún mayores.
Síndromes genéticos: distintas mutaciones genéticas hereditarias multiplican el riesgo de cáncer colorrectal, que suelen ocurrir a edades más tempranas e estos casos. Otros tipos de cáncer pueden estar relacionados con estos síndromes, por lo cual es fundamental averiguar todo lo posible sobre la historia médica familiar, incluyendo a familiares lejanos.
Diabetes tipo 2: las personas que padecen diabetes tipo 2 son más propensas a desarrollar cáncer colorrectal.
Estilo de vida: los estudios apuntan a dietas ricas en carnes rojas y carnes procesadas como causantes de este cáncer. Igualmente, las dietas pobres en calcio, fibra y ácido fólico también se asocian con un mayor riesgo. La obesidad y el sedentarismo también parecen estar vinculados con un incremento del riesgo, así como el tabaco y el consumo elevado de alcohol.
Historia personal: aquellos que han padecido cáncer colorrectal o pólipos en el pasado son más propensos a sufrir esta enfermedad. Las mujeres con antecedentes de cáncer de mama, ovario o endometrio también se enfrentan a un riesgo más elevado.
DIAGNÓSTICO PRECOZ Y SÍNTOMAS
En las etapas iniciales el cáncer colorrectal no suele presentar síntomas, pero a medida que avanza la enfermedad, aparecen algunos signos característicos. Aunque estos mismos síntomas pueden ser consecuencia de otras enfermedades, es importante acudir al médico cuando se detecta una alteración persistente de hábitos como:
1. Un cambio significativo en las deposiciones.
2. Sangre en las heces o la taza del váter.
3. Molestia abdominal: dolor, hinchazón o cólico.
4. Pérdida de peso sin causa conocida.
5. Debilidad o fatiga.
Para diagnosticar esta enfermedad de forma precoz, los expertos recomiendan revisiones periódicas a partir de los 50 años para la población en general y a una edad más temprana cuando algún factor adicional incrementa el riesgo de desarrollar cáncer colorrectal. Importantes descensos en la tasa de mortalidad de esta enfermedad en pacientes mayores de 50 años se atribuyen al uso de colonoscopías. Sin embargo, sólo la mitad de estos pacientes se beneficia de esta prueba debido a la falta de información y de acceso a servicios de salud o atemorizados por su supuesta incomodidad, entre otras razones.
Según el Instituto Nacional de Cáncer (National Cancer Institute) la tasa de supervivencia cuando el cáncer de colon se diagnostica en un estadio localizado es casi del 90% a los cinco años. Si se diagnostica cuando se ha diseminado a los ganglios linfáticos cercanos, la tasa de supervivencia a cinco años es del 69% aproximadamente. Pero cuando el diagnóstico se realiza con presencia de metástasis, menos del 11% de los pacientes sobrevive 5 años.
Las pruebas de imagen sirven para descubrir pólipos y células anómalas, antes incluso de que se conviertan en cáncer. Las pruebas de diagnóstico, según la organización Colon Cancer Alliance incluyen:
Colonoscopia: el mejor modo de detectar el cáncer de colon. Recomendada cada diez años a partir de los 50 años.
Sigmoidoscopia: examina sólo la parte inferior del colon; cada cinco años a partir de los 50.
Colonoscopia virtual: radiografías y ecografías del colon; cada cinco años a partir de los 50.
Enema opaco: se utiliza el bario como contraste para visualizar cualquier anomalía con rayos X; recomendado cada cinco años a partir de los 50.
ACTÚA CONTRA EL CÁNCER
¿Cómo puedes proteger a tu familia contra el cáncer colorrectal? Nuestra mejor estrategia para defendernos de ésta y otras enfermedades graves es seguir unos hábitos de vida saludables. Te preguntarás, ¿eso es todo? La ACS asegura que una tercera parte de las muertes por cáncer en Estados Unidos se asocian con la dieta y la falta de actividad física. Otro tercio lo causa el tabaco. La relación entre cáncer colorrectal, dieta y sedentarismo, además, parece más fuerte que en otros tipos de cáncer.
Al contrario que la genética y otros factores de riesgo fuera de nuestro control, estos hábitos dependen únicamente de nosotros. Dar ejemplo y educar a nuestros hijos para que se mantengan sanos es nuestra responsabilidad.
Asegúrate de investigar la historia médica de tu familia, incluyendo abuelos, tíos y primos. Aprovecha la próxima consulta con tu médico para comentar cualquier enfermedad grave que afecte a sus familiares. Recuerda, ¡la información es clave para la prevención!