Hace un tiempo se me ocurrió la gran idea de asistir a una clase de kettlebells (pesas Rusas) con Kettlebell Training Madrid®. Lo cierto es que me aventuré con miedo a mis 47 otoños, que no es para menos. Veía las pesas Rusas y el corazón me daba un brinco, pero de los de susto, ¡Claro!
Pensaba que me sería imposible levantar una de las pesas y que irremediablemente me rompería la espalda, que ya tengo algo delicada. Pero Sandra y Gastón, los dueños, me animaron y me tiré a la piscina. Aunque ya hago ejercicio casi diariamente, un ejercicio nuevo puede dejarte para el arrastre. Afortunadamente, para mi sorpresa fue una gran experiencia. Además de no romperme la espalda, me divertí mucho y fue un “work-out” completo y sin pausa. Perfecto para alguien como yo que tiende a aburrirse rápido.
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Mi opinión: En 30 minutos trabajé cada músculo del cuerpo. (hasta me atrevería a decir las pestañas.) Fue todo un reto que valió la pena. Pude hacer los ejercicios sin mucho problema siguiendo rigurosamente las instrucciones de los profesores. Es un ejercicio compuestísimo. Quedé rendida pero tampoco estuve muerta al día siguiente como esperaba.
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