3. Acota las actividades. Bueno, lo dije. Yo limito nuestras actividades extraescolares a una, algunos meses a dos semanales por niño. Quiero que mis hijos jueguen al aire libre, quiero que disfruten su niñez en el parque o con amigos y que no desperdicien horas enteras en el coche yendo de un lugar a otro. Tengo amigas que recogen a los niños a la salida del colegio a las 14.30 y no regresan a casa hasta pasadas las 19.00, cada día. Eso quiere decir que no hay cena familiar, los niños hacen los deberes en el auto o mientras esperan que su hermanito termine la actividad que esté haciendo… y acaban comiendo comida basura al paso tres o cuatro veces por semana. La mamá en un estado de nervios espantoso y, en fin, nada funciona como debería. Así que, ahórrate el estrés y administra las actividades desde el vamos.