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  1. Limpiar y desinfectar todas las mochilas, loncheras y bolsas

Si no has tocado las mochilas de tus hijos desde el año pasado, lo más probable es que estén llenas de polvo y  gérmenes. Limpia todo con agua y jabón. Lávalas en la lavadora si es posible. Antes que nada, crea  tiempo para desinfectar las cajas de comida y loncheras.  Las toallitas desinfectantes funcionan mejor en superficies duras y no porosas, como cajas de plástico o incluso en loncheras de metal, así que asegúrate de utilizarlas libremente en dichos recipientes. Todos los padres quieren de sentirse bien al enviar a sus hijos a la escuela. También quieren sentirse bien dejando entrar esa mochila y lonchera a casa todos los días después de la escuela. Revisa cada bolsillo de la mochila, limpia todas las superficies duras y comienza tu año escolar limpia, fresca y lista.