Volvamos a la sartén. Pongo aceite o mantequilla y el fuego bajo. (Esto es importante, sé paciente, no quemes los huevos). Pongo dos huevos en una sartén de 8 pulgadas, o cuatro en una de 10 o 14 pulgadas. Entonces uso una espátula de plástico o madera para revolver los huevos en la sartén, ten cuidado en no rayar el teflón de la sartén.
Mantengo el fuego bajo y revuelvo cada pocos segundos para que no se peguen hasta que los huevos están cocinados. Cuando empiezan a estar sólidos, agito la sartén para asegurarme de que cubren toda la superficie, como una especie de tortilla. A partir de ahí, ya no revuelvo más.