1. Tener un bebé arruina tu vida sexual.
Hacer un bebé puede parecer sexy en las películas, pero es un mito gigante y apestoso. En realidad, no es romántico. Para muchos de nosotros es científico, metódico y demasiado planeado. Y cuando e embarazas, lo último que quieres es tener sexo. Después de tener al bebé estás exhausta, curándote y te sientes asquerosa. Esas cosas no llevan a aventuras en la cama. Pero tranquila… tu vida sexual no estará arruinada para siempre. Intenta no presionarte demasiado ni a tu pareja para correr a la cama, y si bien el resto de tu vida cambiará ahora que tienes hijos, tu deseo de intimidad regresará lentamente.