Plata
Si tu plata simplemente está un poco empañada, solo frota una mezcla de jabón para trastes y agua tibia. Enjuaga con agua fría y talla con una gamuza u otra tela suave libre de pelusa. Para una limpieza más exigente, mezcla 3 partes de bicarbonato de sodio y 1 parte de agua hasta formar una pasta. El bicarbonato de sodio puede raspar, así que no uses este método en piezas que sean delicadas. Enjuaga las piezas con agua tibia y gentilmente frota la pasta. Enjuaga y pule— ¡muy fácil!
Oro
El detergente líquido y el seltzer libre de sodio harán brillar el oro y el platino. Pon los artículos en un colador pequeño y remójalo en el agua jabonosa alrededor de 5 minutos. Usa el cepillo de dientes de bebé para limpiar gentilmente; enjuaga con agua tibia y pule en seco con tu gamuza. Puedes desengrasar tu oro dándole un rápido remojón en alcohol.
