4. No dejes que tus emociones te dominen
Cuando nos sentimos lastimados, tendemos a ser agresivos. En vez de decir algo de lo que te arrepentirás, aléjate por un rato y piensa antes de hablar.
5. No te revuelques
Piensa bien en la situación y aprende de ella. No permitas que el problema invada tus pensamientos día y noche después de que ya hiciste las paces.