Considero que es nuestra responsabilidad como mujeres ayudarnos mutuamente para poder superarnos cada día y conseguir todo lo que nos propongamos. Se lo debemos a nuestros hijos e hijas, a nuestros esposos o parejas, y a nuestros padres y madres, e incluso abuelos y abuelas, que tanto sacrificaron para que nosotras pudiéramos disfrutar de las oportunidades que hoy tenemos a nuestro alcance con la valentía que ellos supieron enseñarnos.