1. Serás más social
Si alguna vez has hablado con un completo extraño en la calle debido a que estaba paseando su perro, o pasaste 20 minutos platicando con el dueño de un perro en un parque, entonces sabes que los perros pueden ser los mejores ayudantes para conocer nuevas personas. Tener a tu can en el trabajo es una gran forma de socializar con otros colegas, hacer una mejor relación con tu jefe o nuevos empleados, y en realidad interactuar con otras personas de una forma positiva, social y no relacionada con el trabajo durante tu día ajetreado.
2. Los perros alientan a la actividad física
Cuando el antojo del medio día llegue, en vez de ir por una barra de dulce (o sin pensarlo unas papas mientras estás pegada a la silla del escritorio), tomarás un gran respiro, te levantarás y pasearás a tu perro. Más actividad física durante tu día nunca puede ser algo malo; de hecho, no solo es bueno para tu salud y peso, sino que también puede ayudarte a despegar tu mente.