10. Haz listas. Es muy satisfactorio ir tachando elementos de una larga lista cuando has cumplido el cometido. Nada como verla la lista completa terminada… ¡y tachada!
11. Aprecia el lado Zen de las tareas domésticas. No hace falta mucha concentración para quitar el polvo. Así que puedes dejar que tu mente divague a actividades más placenteras.