Hace un tiempo que tienes algo en la mente que no quieres ni pronunciar en voz alta. Él. Llegó a tu vida cuando menos lo esperabas como compañero de trabajo, amigo del gimnasio o, incluso, tu nuevo jefe. Quizá sea aún más complicado y es un amigo de tu esposo. La cosa es que cuando le viste por primera vez el estómago se te llenó de mariposas y la cabeza de fantasías.