2. El recientemente divorciado
Claro, él ha estado divorciado hace un año y ha aprendido a lidiar con su soltería y es más o menos feliz de estar libre de las miserias de su vida matrimonial. Pero, como en realidad no ha cambiado y procesado el fracaso de su matrimonio, te trata como si fueras su amiga asexual o, por el contrario, como una mantis religiosa cuyo objetivo en la vida es devorarlo. Ambos extremos son bastante desagradables para una mujer fabulosa con ganas de conocer a un buen hombre.