PONGAMOS EN PRÁCTICA
No obstante, volvamos a centrarnos en el foco: deseas que tus hijos lean. Para esto, podemos comenzar con estas sencillas acciones:
1). Ir a la librería juntos. Anímalo a que compre un libro, no rechaces su elección (siempre y cuando no escoja libros con contenidos inadecuados para su edad). Si escoge un libro que se relaciona con una serie de televisión que le tiene “atrapado”, entonces no pierdas esa magnífica oportunidad de comenzar a recuperar a un lector perdido. No lo recrimines diciendo “pero si eso ya lo estás viendo en la tele”, estas frases echarían por tierra todos los objetivos que quieres lograr, sin hablar de la escena que te ganarás en plena estantería.