Incluir pausas en tu horario es una de las claves más importantes para perfeccionar tus habilidades de gestión del tiempo. Si no te tomas unos minutos para recargar pilas de vez en cuando, comenzarás a ralentizarte y cometer errores al final del día. Si no puedes encontrar tiempo en tu horario, entonces necesitas comenzar a delegar algunas tareas para hacer espacio. Por último, conócete a ti misma y crea un horario que vaya de la mano con tu estilo de vida y tu reloj corporal. Si no eres una persona de mañana y llevar a los niños a la escuela a tiempo es un reto diario, comienza la noche anterior por tener los equipos de todo el mundo listos, el almuerzos hecho y dúchate antes de acostarse en lugar de después del desayuno. De esa manera estás tomando ventaja y cuando te despiertes por la mañana, todo será un millón de veces menos estresante.