Puede ser un desafío decidir qué ponerse para ir a trabajar todas las mañanas… pero si, además, tenemos que elegir qué ponernos para la gran fiesta de la oficina… esto puede convertirse en un dolor de cabeza monumental. Sí, es una fiesta y debes estar más relajada y suelta, divertirte y tener la oportunidad de conocer mejor a tus jefes y a las personas que trabajan para ti. Sin embargo tienes que tener cuidado con lo que te pones porque no hay muchas combinaciones que te puedas poner que se vean profesionales y festivas al mismo tiempo.
Tienes que sentirte cómoda y grandiosa para poder relacionarte con soltura. Aquí tienes algunos consejos para conseguirlo.
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No te vistas de más ni de menos • Presta atención al código de vestimenta en la invitación y considera cómo es tu ambiente de trabajo. Si eres nueva en la oficina, pregunta a tus compañeras qué piensan ponerse. Mejor todavía, busca algunas fotos de la fiesta del año pasado.
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Vístete para impresionar • Por supuesto, todos los días debieras estar muy bien vestida, pero como en esta ocasión vas a socializar con tus jefes, merece la pena el esfuerzo extra.
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Pero no demasiado impresionante • Está bien, quieres verte chic y sofisticada, pero no quieres que todos se queden pensando cómo haces para comprarte Louboutins y Louis Vuitton con tu sueldo de secretaria.
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Modestia, modestia, modestia • Este no es el momento para mostrar el cuerpo. Nada de microfaldas o escotazos.
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Sencillez • No recargues las cosas, la ropa no debe superar tu imagen, que te acompañe, no que te opaque.
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Ponte cómoda • Es muy difícil irradiar confianza cuando estás luchando por respirar o te preocupa no reventar el pantalón. Elige algo que realce tu silueta pero te haga sentir cómoda para disfrutar la velada.
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EL ATUENDO PERFECTO PARA EL DÍA Y LA NOCHE
Si no tienes tiempo para ir a casa a cambiarte antes de la fiesta, puedes hacer algo con lo que estabas usando durante el día:
- Pon en tu cartera un neceser con el maquillaje necesario y esencial (lápiz de labios y rímel) y algunas cositas de joyería o bisutería.
- Cambia las chatitas por tacones aguja.
- Una coleta alta o un moño con gracia funcionan muy bien para cambiar tu aspecto.
- Sácate la chaqueta y desabotona un botón… o dos, de tu camisa.
