La conclusión es que si no puedes resistir el tronarte los dedos, ¡adelante! Sin embargo, estate consciente de saber cuándo hacerlo. Recuerda que esto solo aplica si es un tronar que no causa dolor. Si sientes cualquier dolor, ¡no lo hagas! Y aunque tronar los dedos es probablemente inofensivo y definitivamente satisfactorio, intenta no molestar mucho a las personas.
Lee también: Revisión de tabú: ¿De dónde vienen las supersticiones?