¿Qué debes esperar cuando se trata de un embarazo en invierno? Por un lado, un montón de quedarse en casa en la comodidad del sofá, ya que el tiempo fuera es tan espantoso pero, lo más importante, el embarazo en invierno también significa tomar una gran cantidad de precauciones en lo que a la salud se refiere. Lo primero es lo primero, toda mujer embarazada debe vacunarse contra la gripe en octubre o noviembre como muy tarde. ¿Por qué? El embarazo reduce las defensas del cuerpo y aumenta el riesgo de contraer la gripe, que conduce a algo peor, es peligroso para ti y tu bebé. El Centro para el Control y la Prevencion de Enfermedades (CDC) recomienda encarecidamente vacunarse a todas las mujeres embarazadas y dice que esta vacuna también puede proteger a tu bebé hasta seis meses después del nacimiento
Otra cosa a recordar es que las mujeres embarazadas deben evitar enfermarse, en primer lugar, porque evita tener que tomar antibióticos que es más seguro que tomarlos. Entonces, ¿es tan inseguro tomar antibióticos durante el embarazo? Gerald Briggs, un especialista clínico farmacéutico de Baby Center.com, dice, “Depende. Algunos antibióticos son seguros para tomar durante todo el embarazo, algunos plantean riesgos conocidos para el bebé en desarrollo, y una multitud de otros caen en el medio. Cuando un medicamento entra en esta última categoría es porque no hay suficiente información disponible y el riesgo potencial de la droga debe ser cuidadosamente sopesado por los posibles efectos nocivos de la condición por la que está siendo utilizado.”
En otras palabras, ya que tu sistema inmunológico es más débil en el embarazo, lo mejor es que no te enfermes en el primer lugar. Pero, ¿cómo? Evita a los adultos y los niños que estén enfermos y lávate las manos religiosamente para reducir la probabilidad de infectarte con una enfermedad potencialmente dañina a través de las bacterias. Así que si una amiga tiene un resfriado y tos y quiere ir a visitarte, dile sinceramente que te gustaría verla, pero que tendrá que esperar para esa taza de té hasta que esté mejor.
Cuando se trata de un embarazo de invierno, ten en cuenta que la temporada también trae hielo y nieve… y eso equivale a un montón de woops! oportunidades de resbalones y caídas. Incluso cuando no estabas embarazada, eras vulnerable a un resbalón en la acera, y como la panza te desequilibra (y las mujeres embarazadas se pueden tropezar con facilidad) es mejor que, si sales, te pongas unos buenos zapatos resistentes y con suela de goma. A medida que tu útero crece y se levanta de la pelvis será importante que evites lesionar tu vientre. Una caída sobre tu pancita puede no causar ningún tipo de dolor o molestia, pero puede haber una lesión en la placenta, lo que puede afectar al bebé. Así que, si sales, no lo olvides: consigue un robusto par de botas o zapatos con suela gruesa y camina con confianza.
Hablando de salir fuera a caminar un poco …. los expertos no pueden expresar con palabras lo esencial del ejercicio es para un embarazo saludable. Pero, por desgracia, las alegrías de hibernación pre-bebé también vienen con la culpa y la frustración de no hacer suficiente ejercicio. Si no puedes salir, puedes alquilar o buscar en Netflix algunos DVDs prenatales y trabajar tu cuerpo en casa. Según Parents.com, “Las nuevas directrices del gobierno ahora recomiendan que las mujeres embarazadas deben ejercitarse moderadamente por lo menos 150 minutos a la semana (que es una media hora al día durante cinco días). No sólo va a ayudarte a perder las libras que ganaste después del embarazo, sino que la investigación muestra que puede reducir las complicaciones del embarazo e incluso hacer el parto más corto. Además, el ejercicio mejora el ánimo , y recuerda beber agua antes y después del ejercicio”.
El invierno también nos hace beber menos, pero beber la cantidad recomendada de 6-8 vasos de agua al día te ayudará a mantener un buen estado de salud, tanto para ti como para el bebé, no sólo en el interior, sino también en el exterior. Especialmente si estás sufriendo de picor vientre y sequedad de la piel, lo que es aún más frecuente en los meses de invierno, cuando la piel puede estar especialmente seca.
Recuerda, futura mamá, este es tu momento para cuidar de ti misma, así que a descansar, que entre aire fresco, haz siesta, come bien, no te esfuerces levantar cosas pesadas o palear la nieve, evitarlas saunas y jacuzzis, aunque el calor puede ser atractivo. Además, no te olvides de disfrutar de un cóctail de invierno, porque todos sabemos que te lo mereces. Hay cosas peores en la vida que tener que lidiar con un embarazo en invierno.
