Después de varios años haciendo todo lo posible por mejorar la situación, el día que me fui lo hice con la convicción de que era lo mejor para todos, incluidas nuestras hijas. Por ello recomiendo que si tienes que dar el paso de abandonar la relación, lo hagas sólo cuando hayas agotado todas las posibilidades de arreglarla. Eso impide que alguna vez sientas remordimientos. Si fuiste la parte abandonada, analiza qué podrías haber hecho para mejorar la situación, guarda luto por tu pérdida y aprende tu lección. Ahora vayamos al siguiente paso.
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