Del dicho al hecho. Cómo mantener los propósitos del nuevo año.
Antes de ponerme a escribir mis propósitos para el nuevo año, siempre me gusta hacer una lista de las cosas que he conseguido en los últimos 12 meses y de las que estoy orgullosa… en vez de castigarme por lo que no conseguí. Ese simple acto me ayuda a sentirme bien conmigo misma y empezar a planificar el siguiente año de forma asertiva y con energía. Como dice el dicho, del dicho al hecho hay mucho trecho.
Al hacerlo de esta forma, he conseguido lograr mis metas a lo largo de los años. En vez de marcarme los mismos buenos propósitos año tras año, o ponerme metas poco realistas, decidí cambiar el enfoque. Desarrollé algunas habilidades que sabía me serían útiles para alcanzar mis objetivos y, con tiempo y esfuerzo, ¡lo conseguí! Aquí las comparto para que lo puedas hacer tú también.
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Paciencia: tanto si se trata de perder peso, escribir un libro o ponerte en forma, thas de tener en cuenta que son metas a largo plazo. No esperes ver resultados inmediatamente. Ser paciente no es fácil, pero puedes ejercitar la paciencia, créeme, ¡lo sé!
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Perseverancia: tienes que estar lista para enfrentarte al rechazo, la adversidad y el fracaso. He trabajado durante años en libros que no estaba segura fueran a ser publicados (la mayoría se publicaron, otros no). He trabajado duro hasta conseguir metas que no eran fáciles. Cuando la gente me dice: “¡Qué suerte tienes!”, yo pienso que no es suerte, es determinación.
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Resiliencia: prepárate para levantarte después de una dura caída o cualquier evento negativo en tu vida. Si eres resiliente, tendrás éxito. ¡No te des por vencida! Yo sé lo que es estar desesperada y sin un centavo, pero también sé lo que siente cuando superas los desafíos más difíciles. Ese es el combustible que te mantiene en movimiento y dando lo mejor de ti.
Adaptabilidad: el cambio es parte de la vida, tanto profesional como personal. Yo me he tenido que reinventar varias veces. Divorcio, desempleo, enfermedad, recesión… todas