Parar a tomar “un cafecito”. Seguro, es cómodo. Pero por lo que te cuesta un café pequeño en McDonalds, puedes pagar una semana entera de café en tu casa. Y no hablemos de esa otra cadena de cafeterías rápidas que empieza con “S”. ¿Nos quejamos de lo que cuesta un litro de gasolina? Si te gusta el café, mejor gasta unos dólares en una buena cafetera.
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