Agua embotellada. Algunos tenemos agua corriente con un sabor tan espantoso que terminamos gastando dinero en comprar agua embotellada. Pero, para la mayoría, es un asunto de comodidad. En vez de derrochar dinero, compra una botella reutilizable y llénala con agua filtrada de la canilla o grifo. Y si la salubridad es un problema, hierve el agua antes de beberla.
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