Nuevas consideraciones sobre las relaciones saludables
Cuando escuchas la palabra “amigo”…¿en qué piensas? A lo largo de nuestras vidas, si tenemos suerte, somos bendecidos con algunas relaciones saludables. La definición de la amistad no es lo más fácil, pero Oprah sabe decirlo bien: “Hay mucha gente que quiere ir contigo en la limosina, pero lo que quiero es alguien que vaya a tomar el autobús conmigo cuando la limosina se rompa”.
Las habilidades para la amistad que desarrollamos de niños, afectará a los amigos que tengamos durante el resto de nuestra vida y que estarán ahí para nosotros cuando tengamos problemas y necesitemos apoyo, los que nos acompañarán en nuestra boda, bar mitzvah, o bautismo de nuestros hijos. Hemos reunido algunas maneras en que puedes repensar las amistades de tu vida, mantenerlas fuertes, dejar de lado las que te llevarán por mal camino y enriquecer tu vida con las nuevas.
1. Hacer amigos como adultos
No es tan fácil hacer amigos en la edad adulta; demasiadas cosas en el camino. La construcción de una carrera y criar una familia nos mantiene, como adultos, bastante ocupados, por lo que es difícil de construir amistades. Si tus amigos de facebook superan en número a tus amigos en la vida real, entonces es hora de cerrar la red social y salir a conocer gente.
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2. Apoyar a amigos enfermos
Los verdaderos amigos brindan apoyo en las buenas y en las malas. Si alguien está enfermo o tiene un familiar enfermo que necesita tu apoyo, ofrécete para hacer los mandados, hacerte cargo de una comida casera, o llevar a los niños a actividades después de clases. Llega sin anunciarte y haz la colada. La amistad significa hacer lo que hay que hacer para mejorar el día del otro.
3. Ser amigo de tus hijos
Una de las relaciones saludables más importantes que puedes tener es con sus hijos. Amas a tus hijos, pero se necesita más que amor para ser amigos de tus hijos. Busca maneras de establecer la confianza con tus hijos. Sé honesto en tus conversaciones y habla con ellos. Permite que los niños sepan que siempre los respaldarás, pero establece límites que les permitan aprender y crecer.
4. Ayuda a tus hijos a socializar en la escuela
No hay duda de que las interacciones sociales nos ayudan a crecer y nutrimos nuestras vidas con ellas. A algunos niños les resulta muy fácil hacer amigos; a otros no. Ayuda a tu hijo a desarrollar interacciones sociales que necesitará para ser un adulto exitoso mediante el fomento de actividades extraescolares, membresías de club y citas de juego informales.