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Cómo ayudar a tus hijos con la fijación de metas

Los hijos también tienen metas, pero puede ser que debido a su falta de experiencia tenga problemas para una estrategia con la que (...)
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Cualquier adulto exitoso con el que te cruces tuvo padres que le enseñaron una o dos cosas sobre la fijación de metas. Después de todo, en las palabras del autor Antoine de Saint-Exupéry’s, » Una meta sin plan es sólo un deseo». Las metas nos permiten trabajar hacia futuros logros y nos enseñan acerca de los resultados positivos de la perseverancia.

La belleza de la fijación de metas es lo que permite a los niños imaginar un proyecto, sus recompensas, beneficios y los mantiene de alguna manera impulsados a llegar a ella cada día y poco a poco. Ya sea aprender a tocar un instrumento , memorizar un poema o terminar un rompecabezas gigantes, es importante aplaudirle a los esfuerzos de tu hijo en cada paso del camino.

Virtudes de las metas

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Enseñarle a los niños la fijación de metas a temprana edad muy seguido implicará a sus tareas y a ayudarlos a evitar que estudien todo minutos antes del examen (por ejemplo, al estudiar más temprano, en vez de estudiar la noche anterior a éste). Conforme empiezas ayudar a tu hijo a encontrar una meta y se que mantenga en ésta, recuerda que usar frases motivadoras en vez un tono estricto de disciplina parece funcionar mucho mejor.

«Conforme tu hijo comience a fijarse metas y trabajar en ellas, no olvides los cumplidos. Di algo como, «Estoy realmente impresionada ¡Cuando te interesa algo en realidad vas tras ello!». Sugiere Virginia Shiller, PhD. autora de Rewards for Kids! Ready-to-Use Charts & Activities for Positive Parenting en una entrevista para la revista Parents.

Hay que ser específicos con las metas

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Una estrategia mucho más constructiva es darle a los niños el reconocimiento de su éxito cuando hacen un esfuerzo, en vez de decir «ve a tu cuarto a practicar ese instrumento». Cuando estás ayudando a un niño con la fijación de metas ­— ya sea entrenamiento para ir al baño, aprender a amarrarse los cordones o escribir su nombre­ ­— Las metas específicas funcionan mejor

Aquellos que triunfan son niños que se proponen metas realísticas y claras. Una meta como » Voy hacer mejor en la escuela» no es tan específica como «Voy a sacar una A en matemáticas». Tu hijo quizá quiera aprender a jugar soccer, pero en vez de dejar el objetivo así, ayuda a tu hijo a hacerlo más de corto plazo y específico «Voy a anotar un gol al partear la pelota contra la portería en dos semanas».

La visualización de metas

Manos de niño haciendo manualidades
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Todos necesitamos de ayuda visual y una pizarra con información es una manera inteligente para que los niños mantengan sus ojos en el premio. Pégala en la pared de su cuarto y anota todos los pasos positivos que ha hecho en el trayecto, aunque sean pasos pequeños.  También asegúrate de incluir un plazo  a la meta de tu hijo. Sin los plazos simplemente no sentiríamos una motivación importante para hacerlas.

Ayuda a tu hija a pensar en una meta divertida que pueda lograr en un periodo de tiempo específico » Voy a leer «mujercitas» en 5 meses» ; tiempo específico y metas sencillas son la mejor manera de hacer que los niños se muevan y prepararlos hacia retos más grandes en el futuro. Luego, escribe su progreso capítulo por capítulo. De esta manera tu hija puede medir el tiempo y ver cómo va su lectura (y saber cuando debería empezar a pisar el acelerador para alcanzar su plazo).

La noción del tiempo

Niño estudiando
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Algunas veces, mientras más listo el niño, más frustrado se pone si no consiguen su meta lo suficientemente rápido o porque  no logrará cumplir con el plazo a tiempo. Para un niño, 5 meses puede sentirse como una eternidad, pero recuérdales que leer un libro de más de 400 páginas toma su tiempo. Si ella no consigue terminar a tiempo, anímala y aliéntala a seguir; dile que a veces tu tampoco terminas tus libros a tiempo para tu club de lectura, pero que terminas el libro asignado de todas maneras porque dijiste en tu mente que lo harías.

Y lo más importante. Cuando se trata de fijar metas, deja que tu hijo sea el que se ponga su propia meta. Si quieres sugerir una idea, asegúrate de ser sensible con respecto a su edad e intereses. Si sientes que no es una meta sincera como, «quiero ayudar más a mi mamá en la casa», mantente con él hasta que veas que es algo que realmente quiera aprender a hacer como montar su bicicleta sin las ruedas de entrenamiento (¡chispas!). La fijación de metas es un reto para todos, pero el éxito es muy dulce cuando lo celebramos juntos.

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