¿Una ensalada? Uno de los niños puede ser quien la mezcle. Confía en mí, ser el revolvedor de la ensalada les gusta mucho… y, además, les lleva como 10 minutos hacerlo. Tienen las manos pequeñas y tardan más, pero mientras tú puedes terminar de preparar todo el resto de la comida y, ellos, sienten la importancia de hacer las cosas en familia.
La mitad de la batalla es mantener a los niños entretenidos, la otra mitad planear el menú con anticipación. Mi filosofía es muy simple: planear, preparar, mantener a los niños ocupados… y si todo eso falla… ¡Hacer pancakes!
