No sufras mucho estos años porque pasarán y usualmente un niño mandón se desarrolla como uno asertivo (¡alégrate que no será una persona fácil de convencer!). Sólo ayúdalo a pulir sus habilidades de comunicación y de todos los puntos de vista en el área de juego y en casa. Un día esa “mandonería” puede convertirse en unas habilidades de liderazgo, y oye, quizá tenga una oportunidad para la presidencia.