1. Establece expectativas realistas
Si te sientes floja con frecuencia, entonces no puedes (y no deberías) esperar despertar un día y ser el conejito de Energizer, rayando cosas de tu lista de quehaceres con una sonrisa y un flujo constante de energía. No funciona así. Establece metas realistas para ti misma para que puedas entrar a tu nueva rutina. Está bien poner una meta baja al principio porque si te predispones al fracaso sólo caerás más profundo en un patrón de flojera y decepción. Empieza pequeño haciendo algunas cosas cada día, para que puedas iniciarte en el hábito de lograr tus metas, lo que te motivará a trabajar más duro.