Si supiéramos cómo dejar de ser flojas, seríamos súper-héroes. Todas hemos tenido problemas con los lunes, los martes, o quizá con “cualquier día que termine en S”… todas nos hemos sentido flojas, poco inspiradas y desmotivadas para movernos y ponernos en acción. No es vergonzoso admitir que la flojera ha tomado control de tu tiempo ocasionalmente; el problema no es sobre sentirse perezosa de vez en cuando, el problema verdadero es cuando no puedes salir de esa rutina de inactividad. Tal como Psychology Today reporta de acuerdo al Dr. Neel Burton, psiquiatra y autor de The Art of Failure: The Anti Self-Help Guide (“El Arte del Fracaso: La Guía Anti Auto-ayuda”), “una persona es floja si puede llevar a cabo una actividad que debería llevar a cabo, pero no está inclinada a hacerlo por el esfuerzo involucrado… está siendo floja si su motivación para ahorrarse el esfuerzo le gana a su motivación para hacer lo correcto o lo esperado”. Hemos estado ahí y hemos sentido eso.