El mes la mujer es un momento para honrar a todas esas mujeres que estuvieron antes que nosotras y pavimentaron el camino a libertad y la autonomía que disfrutamos hoy en día. Pero también es un momento para elogiar a esas mujeres que están haciendo que las cosas ocurran– solteras o casadas; trabajando desde casa o desde una oficina; mamás o no mamás; es muy probable que muchas mujeres estén haciéndose cargo de alguien más además de sí mismas.
Realizan tareas multitask y lo hacen parecer fácil y rara vez pierden el ritmo. Así que quizá marzo sea el mes de la mujer, pero nosotras las mujeres merecemos respeto y elogios todo el año.
Al pensar en el Mes de la Mujer , los sacrificios y la falta de opciones para las mujeres en el pasado, no puedo evitar pensar en mi madre. Ella era una madre que se quedaba en casa, pero eso no significa que tuviera las cosas fáciles. Se levantaba a salir el sol y se iba a dormir hasta muy tarde , y siempre estaba haciendo cosas. Mi padre trabajaba como oficial de policía, pero cuando llegaba a casa, su comida siempre estaba en la mesa y al día siguiente , su uniforme estaba limpio, planchado y listo para vestir. Ni si quiera puedo recordar haberlo visto lavar un plato o hacer la lavandería . Mi madre se encargaba de todo eso.
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Incluso cuando las mamás de otros niños trabajaban fuera de casa, nunca hubo un momento en que yo pensara que mi madre no “trabajaba”. Ante mis ojos, ella tenía un trabajo ( múltiples trabajos de hecho) y trabajaba arduamente. Cuando nos levantábamos teníamos un desayuno delicioso, nuestros lunches escolares estaban listo y empacados y la cena estaba en la mesa a una hora exacta cada noche. Ella se sentaba junto a nosotros para hacer nuestra tarea y se aseguraba que nuestra ropa estuviera limpia. ¿Era su responsabilidad como madre? sí. Pero, ¿tenía que hacerlo sola? ¡no! No es que mi padre fuese grosero por no ayudarla… era simplemente esos roles de géneros que estaban profundamente arraigados. No creo que él pensó en ofrecer más ayuda de la que ella le pedía.
Hoy , pienso en lo afortunada que soy al tener un esposo que me ayuda en las labores de la casa y las tareas de los niños (aunque trabaje de tiempo completo fuera de casa). Esto me hace admirar a las madres solteras mucho más, ya que, sean solteras por elección o no, hacen que todo funcione por sí mismas. Ellas trabajan fuera de casa todo el día, llegan a casa y ponen la cena en la mesa, ayudan a sus hijos con sus tareas, los llevan a la cama para que duerman y luego hacen lo mismo al día siguiente.¡Wow!
Así que repito: No celebremos a las mujeres solo un mes del año, ¡sino todos los días , todo el año! Gritemos sus logros y recordemos que las mujeres hacen que el mundo gire, ¡y merecemos el crédito por eso!