Claro que los indios Arawak estaban allí primero y no se mostraron felices de ver llegar a Colón. Sin embargo, sucumbieron ante la potencia de fuego superior de las ballestas y mosquetes. En pocos años, la población indígena había desaparecido por las matanzas y las enfermedades que introdujeron los europeos en la zona y ante las cuales los indígenas no presentaban inmunidad alguna.