Cuando quieras ayudar a tu hijo en su dolor por una relación rota, dale su espacio, permite que se desahogue sin aconsejar, anímalo a hacer actividades o salir con los amigos, simplemente sé el apoyo incondicional que necesita. No hay más. Paso a paso, como cuando empezaban a caminar y, de pronto, se caían al suelo… allí estabas tú para ayudarle a levantarse y seguir andando.