1). La ruptura de la pareja es una vivencia que, aunque dolorosa y desagradable, no es grave.
2). Es necesario relativizar la situación sin desatender los sentimientos del que sufre de desamor.
3). Los pequeños gestos de afecto y cercanía se agradecen cuando alguien está en esa situación, pero sin continuas caras de compasión o tristeza, ni darle vueltas innecesarias a las cosas.
4). El tiempo lo cura todo, suele decirse, pero hay que esperar que pase y, mientras tanto, paciencia, cariño y mucha mano izquierda para afrontar los altibajos emocionales que sin duda irán llegando.