1. Puedes hacer algo útil mientras conduces.
El conductor promedio gasta 100 minutos por día en desplazamientos. La mayoría de nosotros conducimos al trabajo en vez de viajar en transporte público, manteniendo las manos y los ojos (las partes del cuerpo principalmente necesarias para la lectura) ocupados. Todos estamos de acuerdo en que conducir y lectura son dos acciones que no van juntas, ¿verdad? En cambio, si conectas un audiolibro en el reproductor de MP3, puedes “leer” el bestseller de moda del verano. Además, los audiolibros te permiten hacer algo más que maldecir el tráfico.
2. Hay una gran variedad de audiolibros.
Hay audiolibros disponibles en cualquier tema. Puedes “leer” una biografía, un best seller o aprender a francés antes de tu viaje a París. Hay, literalmente, un audiolibro para cualquier tema que te interese. ¿Por qué no haces que los niños tengan su propia lista de audiolibros para descargar? Búscalos en Amazon o cualquier otro minorista en línea.
