1). Sólo puedes pensar en cómo será sentir sus labios. Puedes volar con la imaginación a cada rincón de tu cuerpo y sentirlos allí, posados… pero no puedes recordar cómo se apellida, ni te importa.
2). No te interesa en qué trabaja o qué hace. Solo quieres ver cómo luce con la camisa entreabierta.
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