Así que has decidido añadir un nuevo miembro a la familia y adoptar un perro de un refugio en vez de comprar un perro de raza de un criador o en una tienda de mascotas. Sabes que estás haciendo lo correcto porque millones de perros no deseados sufren una eutanasia en U.S.A. cada año, y eso sin contar los millones de otros animales, incluyendo gatos, conejos y otros pequeños mamíferos, hasta caballos y cerdos, que son sacrificados porque no hay más lugar en los refugios.
Pero hacer lo correcto y encontrar el perro correcto son dos cosas diferentes. ¿Cómo puedes asegurarte que tu nuevo amigo peludo es una buena elección para tu casa y que podrás darle un hogar amoroso para siempre? Aquí tienes algunos consejos para adoptar al perro perfecto para ti:
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ANTES DE IR AL REFUGIO
Haz que todo el mundo se comprometa. Seguro que los niños han estado insistiendo en traer un perro a casa, pero tienes que estar segura de que están preparados para cuidar de una nueva mascota. Por supuesto que todos afirman que sí con la cabeza muy ilusionados pero tienen que estar realmente listos para limpiar los “accidentes”, llevar a su nuevo amigo a pasear y ayudarte a entrenarlo. La mejor manera de conseguir que todos mantengan su palabra (y eso incluye a tu pareja o esposo) es hacer una agenda de cuidados diarios para el nuevo miembro de la familia. Por ejemplo, María estará a cargo de darle comida y agua, Brandon sacará al perro a pasear tres veces al día, mamá y papá limpiarán la caca y el pis (lo lamento mamá y papá…).
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Elige un tamaño. Si vives en una casa pequeña o un apartamento, o no tienes jardín, la mejor elección será un perro de pequeño a mediano tamaño. Son perfectos para espacios reducidos y pueden hacer el ejercicio que necesitan con varios paseos cortos al día. Sin embargo, si tienes niños muy pequeños en casa, un perro de tamaño pequeño puede hartarse de que le metan los deditos en los ojos, lo empujen y zarandeen, así que en este caso, un perro de tamaño grande encajará mejor con tu activa familia y tu enorme patio trasero.
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Elige una edad. Los niños seguramente van a enamorarse de un cachorro adorable… pero tienes que considerar si están preparados para el adiestramiento, tapizados hechos jirones y plantas destrozadas que vienen con un cachorro. Puedes considerar la idea de adoptar un perro que tenga ya un par de años, los niños tendrán un compañero de juegos activo y es más probable que el perro ya sepa cómo comportarse en una casa. Si tienes hijos mayores o no eres madre, puedes ser el ángel de la guarda de un perro viejo que, probablemente, ya no tenga muchas opciones de ser adoptado por otra familia. Aunque no vaya a acompañarte mucho tiempo, tendrás la satisfacción de haber dado amor y refugio a un animal sus últimos años.
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Prepara la casa. La mayoría de los refugios responsables hacen una visita a tu hogar antes de que puedas adoptar una mascota. Asegúrate de que tu casa está lista para el nuevo miembro. Compra una correa, comida y recipientes para el agua; galletitas para perros, juguetes y una cama o un cesto apropiados. Si tienes un patio trasero con verja, asegúrate de que no tenga agujeros y que el terreno esté despejado. Ten en cuenta que un perro ágil puede saltar una valla, especialmente si hay una mesa, un cubo de la basura o cualquier otro objeto que pueda usar para hacer pie y saltar del otro lado.
EN EL REFUGIO
- Mantente firme. Hay pocas cosas más difíciles que caminar entre las jaulas de un refugio y ver todas esas caritas tristes y ojos esperanzados mirándote. Aunque quieras llevarlos todos a casa, solo puedes elegir uno, quizá dos. Tienes que ceñirte a unos pocos ejemplares de donde escoger. Ten en mente que el perro que se queda oculto al fondo de su jaula, quizá no sea tan tímido fuera de ella con una correa o en la sala de visita, así que no descartes a los tímidos o a los asustados.
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Haz preguntas. El personal del refugio debiera poder ofrecerte un poco de información acerca del pasado de cada perro. ¿Por qué lo abandonaron? ¿Fue víctima de abuso? ¿Mostró alguna vez agresividad con los humanos u otros animales? ¿Es amable con los niños? Un perro dulce y sumiso que ha sido víctima de abuso o negligencia puede ser rehabilitado si encuentra un hogar que le brinde afecto y cuidados, y convertirse rápidamente en un perro feliz. Pero un animal que ha sido abusado hasta el punto de volverse agresivo es otra cosa. En ese caso, es mejor que un entrenador o un experto que tenga el tiempo y la dedicación necesarias (y no tenga niños pequeños) se encargue de rehabilitarlo.
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Pasa un tiempo con el perro. Es de esperar que el refugio tenga una sala donde puedas visitar a cada uno de los perros que has considerado para la adopción. Un perro amigable y sociable no tendrá que ser alentado para que te mueva el rabo, lama tus manos y pida ser acariciado. A un perro tímido le puede tomar un poco más de tiempo llegar a tener esta confianza. Si tus hijos están contigo, asegúrate de que estén tranquilos y no agobien al perro con la ansiedad de acariciarlo y jugar con él. Pídeles que se sienten en el suelo en silencio y esperen a que el perro se acerque a ellos. Lleva al perro a pasear con una correa. Si tira de ella o tiene un andar errático, no te preocupes, es un comportamiento que puede ser corregido. Pero fíjate si hay señales de agresión con otros perros o personas.
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Haz el compromiso. Una vez que hayas seleccionado a tu nueva mascota, empezarás el proceso de adopción que puede tomar unos días. Y cuando tu nuevo amigo de cuatro patas llegue a casa recuerda que es un miembro más de la familia. Si no puedes comprometerte a darle un hogar apropiado y afectuoso por el resto de su vida, no deberías adoptar un animal. Las mascotas son como los niños: la mayor parte del tiempo son fuente de felicidad y a veces son un dolor de cabeza. Y, desde luego, siempre traen aparejado un montón de trabajo. En el caso de los perros de un refugio, son bebés que ya han sufrido el abandono por lo menos una vez en su vida – por eso terminaron en un refugio – así que, por favor, prometete a ti misma y tu mascota darle un hogar para el resto de su vida, no importa lo que pase.