Aceptémoslo: la comida de aerolínea algunas veces es igual de deliciosa que nuestros recuerdos de la cafetería escolar. A todas nos gusta quejarnos qué tan tonta, e incluso asquerosa, es la comida de las aerolíneas; especialmente cuando estamos atrapadas en la clase turista por ocho horas y tratamos de sentirnos emocionadas por la comida. Aunque comer una comida de nivel gourmet a 30,00 pies de altura son ventajas de volar en la clase business y primera clase, estos días las cosas están cambiando para tener una mejor cocina en turistas. En una entrevista con Slate, Brian Berry, director de servicios a bordo de Delta, atribuye la evolución positiva de la comida de aerolínea a dos cosas: presiones financieras que obligaron a las aerolíneas a dejar de servir comida gratuita, y a la demanda del consumidor por opciones más saludables. Antes de que comenzará el nuevo milenio: “Los clientes tenían una expectativa de obtener comida en los aviones, y después de 9/11, conforme entramos a la recesión, eso simplemente no iba a suceder en la economía de las cabinas”.
Gracias a todas esas quejas de clientes con respecto a la comida de las aerolíneas, aumento de competencia, y unas alianzas de chef sagaces al rescate, la comida de aerolíneas está experimentando una gran mejora.
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Para empezar, tal vez hayas notado que ahora hay paquetes de comidas vegetarianas y otras inspiradas en el mediterráneo que se venden en la clase turista. La caja “Eats Tapas” en Delta y la “Tapas Snackbox” en United incluyen cosas como un dip de pimienta y alcachofa y una crema de queso parmesano para untar. ¿Estás cansada de los cacahuates salados y las galletas con chispas de chocolate? Los vuelos transcontinentales del Aeropuerto JFK de New York y Boston a San Francisco, al aeropuerto LAX en Los Ángeles, y a Long Beach, venden comidas frescas para el viajero consiente de su salud que derrotan al pollo de goma. Prueba los vegetales primaverales y la ensalada de col con frijoles cannellini, arándanos azules y rojos, quinua, y tomates uva con vinagreta balsámica blanca. En JetBlue también puedes comprar su, ahem, caja “Pump Up” que normalmente incluye hummus, galletas, aceitunas y nueces. JetBlue también ofrece una bolsa de habas crujientes que se ha convertido en un hit mundial.
De acuerdo con los editores en Conde Nast Traveler, el Cascade Brisket Chili de la aerolínea Alaska es una de las mejores comidas de aerolíneas que existen. Si eres lo suficientemente afortunada de estar viajando desde Seattle en clase turista, el chef Tom Douglas de Seattle, 3 veces ganador del James Beard Award, ahora está sirviendo algunos de sus platillos deliciosos como almuerzos que puedes comprar en vuelos de dos horas y media o más largos. Y déjale a Richard Branson el empaquetar pequeñas porciones de comida en tapas hipsters en vuelos de Virgin America. Estas deliciosas de la nouvelle cuisine son una cortesía para los voladores que viajan en la Main Select Cabin, y están a la venta en la cabina principal (main cabin). Sus menús de temporadas incluyen edamames y salsa tártara de jengibre con un aderezo de ponzu; mozzarella y tomate asado con alcaparras; ensalada de garbanzos libanesa; y pollo estilo español y ensalada de alcachofas.
¿Volando a Sudamérica pronto? Si es así aprovecha un desayuno gratis y rico en la clase turista en las rutas largas de las aerolíneas chilenas LAN. Dile adiós a esos bagels duros con mermelada azucarada, y buenos días a un desayuno de carnes latinoamericanas y quesos con un acompañamiento de fruta fresca en temporada y un muffin caliente con bayas. Como el socio de la aerolínea LAN, la aerolínea Brasileña TAM, combina comida casera favorita con platillos sudamericanos y vinos robustos de algunas de sus ciudades destinos. Guarda espacio para el dulce de leche ¡y buen viaje!
