Cuando pensamos en ropa de mujer para oficina, sensible y traje son dos de las primeras cosas que se nos vienen a la mente. Incluso en estos tiempos en los que a las mujeres aún se les pagan en promedio, 78₵ por cada dolar que su contraparte masculina gana. Y aun así, caminamos en la cuerda floja entre señorita con adornos; femenina e informal; sensible y desaliñada o poderosa y sin género. Casi nos hace desear un uniforme que nos evite ese martirio en la mañana cuando pensamos qué ponernos.