A mi hija le encantan las verduras. Desde que comenzó a comer alimentos sólidos, a los 6 meses de edad, hemos disfrutado viéndola comer todo tipo de verduras y es, simplemente, maravilloso. Estoy convencida que esto es así gracias a que las verduras ocupan un lugar muy especial en nuestra cocina. En efecto, en casa comenzamos a mejorar nuestra alimentación hace ya varios años, y aumentar nuestro consumo de verduras fue una de las primeras cosas que hicimos. Gracias a eso mi hija (ahora de 14 meses) disfruta muchísimo sus purés y sopitas.
Esto nos ha traído muchísimos beneficios de salud pero, sobre todo, la tranquilidad de ver cómo nuestros hijos crecen alimentándose sanamente, sin el problema tan común de que “el niño no se quiere comer sus verduras”. De hecho, una investigación realizada en el año 2008 reveló que la verdadera causa por la que a los niños no les gusta comer verduras es que sus papás no lo hacen.
Lee también: Siete secretos para mejorar la cena con su familia
Los niños aprenden observando e imitando a los grandes, y por supuesto los papás somos su referencia más inmediata. Sabemos que esto es así en lo referente a su forma de hablar, de relacionarse con los demás y de comportarse. ¿Por qué iba a ser diferente con la comida?
Por eso, para ayudar a tus hijos a comer más verduras, es necesario que comiences a incluirlas de manera natural en los platos de toda la familia. Puedes hacerlo de manera sencilla y sin alterar demasiado tu actual ritmo de vida siguiendo los consejos que voy a darte a continuación.
EXPLÍCALES POR QUÉ LAS VERDURAS SON BUENAS
En un estudio publicado en julio de 2013 en la revista Psychological Science se mostró que los niños en edad preescolar podían entender por qué es importante llevar una alimentación variada y eso les hacía elegir libremente comer más verduras que de costumbre. En ese estudio utilizaron libros de cuentos e historias para resaltar las propiedades de distintas verduras y frutas.
Tú puedes hacer lo mismo, explicándoles a tus hijos en qué les beneficiaría comer una determinada verdura o fruta en lugar de unos chips o unas galletas. Es más, aprender un poco más sobre las propiedades de algunas verduras seguramente te motivará a ti también cuando veas las maravillas que son capaces de hacer en tu salud. Te recomiendo que introduzcas en casa una verdura a la vez para hacer que la tarea sea más suave y llevadera. Al cabo de un par de meses en tu casa todos estarán mucho más saludables.
HAZ COMIDAS FAMILIARES MÁS SEGUIDO
Si eres otra víctima del ritmo de vida acelerado en el que vivimos todos hoy día, trata de apartar algo de tiempo para que en tu casa compartan más comidas en familia. Sentarse en la mesa a comer con la familia aumenta significativamente el consumo de frutas y verduras de los niños, según una investigación realizada en el año 2012.
Además, comer en casa más seguido también hará que tú puedas elegir opciones más saludables al comer, e incluso podría ayudarte a ahorrar algo de dinero al disminuir las veces que comes fuera. Incluso si no tienes tiempo de preparar la comida y optas por comprar comidas ya hechas, podrás hacerla más saludable con una ensalada sencilla de acompañamiento, o comiendo fruta como postre. Sé que esto suena un poco utópico, pero vale la pena hacer el esfuerzo por nuestros hijos, ¿no?
INVITA A LOS NIÑOS A PARTICIPAR EN LA COCINA
Y justamente en relación con el punto anterior, se ha demostrado que el involucrar a los niños en la preparación de las comidas hace que coman alimentos más saludables, y que los disfruten. El efecto no sólo se ve en los niños, sino en los padres también.
Preparar los alimentos en casa e, idealmente, en familia, hace que todos se responsabilicen por su salud y valoren la importancia de la buena alimentación. Además, pasar estos momentos juntos ayudará a establecer una relación positiva hacia los alimentos saludables, haciendo que sea cada vez más fácil incluirlos en las comidas tanto dentro como fuera de casa.
“ESCONDE”LAS VERDURAS EN SUS COMIDAS FAVORITAS
Esta es una forma muy sencilla y rápida de mejorar instantáneamente la calidad nutricional de la comida que les das a tus hijos. Según una investigación del año 2011, los niños pueden llegar a comer hasta el doble de verduras gracias a esta estrategia – ¡sin siquiera darse cuenta!
Hay muchas verduras sumamente nutritivas y con un sabor muy suave que puedes mezclar hábilmente con sopas, purés, batidos, e incluso tartas, galletas o muffins. Por ejemplo, puedes agregar puré de zanahorias o calabaza a distintos tipos de masas, espinacas frescas o tallos de apio a batidos de fruta, o col rizada a sopas y guisados, sin alterar apenas su sabor. Prueba a hacerlo incluso para ti si tampoco te gustan las verduras y verás qué fácil es comer más saludable sin sacrificar tus gustos.
Independientemente de la forma en que elijas ayudar a tus hijos a comer más verduras, recuerda que lo más importante es que establezcan una relación sana con la comida. De esa manera les estarás haciendo el mejor regalo de por vida: el regalo de la alimentación saludable.
Maricarmen Grisolía, La Chica de la Dieta es autora, PhD, Coach Nutricional Certificada PN1, Entrenadora Master JNL Fusion y Emprendedora Latina. Ella ayuda a las personas de habla hispana de todo el mundo a transformar su vida y estar más felices en su cuerpo gracias a Tu Nuevo Cuerpo, el primer programa de coaching nutricional online especialmente diseñado para el público de habla hispana.
Puede saber más sobre La Chica de la Dieta en su blog y en sus perfiles sociales de Facebook yTwitter.