Pregúntale a cualquier madre cómo se siente con respecto a los hábitos de mensajería instantánea de su hijo y seguramente te va a sacar una lista larguísima de preocupaciones. Que es peligroso, que es de mala educación, que les quita tiempo de estudiar… solo para nombrar algunas. Hemos investigado cuáles son las cinco preocupaciones más importantes para tratar de aclarar el tema.
PREOCUPACIÓN N°1: ES DE MALA EDUCACIÓN
Preocuparte porque tu hijo está siendo descortés cuando envía mensajes de texto continuamente es perfectamente razonable. Después de todo, las ocasiones en que no debieran estar haciéndolo superan en número a aquellas en las que es apropiado. Entonces, para estar claros… ¿Cuándo no es apropiado que un niño envíe mensajes de texto? Mientras cena, durante el tiempo en familia o mientras hace la tares, dice Judy Davidds-Wright, mama de dos niñas y Asesora Certificada de Protocolo y Etiqueta Internacional. Pero ten en cuenta que, si no te gusta que el niño lo haga, tampoco deben hacerlo mamá y papá. Como en todo lo referente a buenos modales, la mejor manera de enseñarlos es dando ejemplo.
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PREOCUPACIÓN N° 2: LOS TELÉFONOS CELULARES SUPONEN UN RIESGO PARA LA SALUD DE LOS NIÑOS
A estas alturas, todos conocemos los peligros potenciales que representan los celulares para los niños y los bebés. Los padres son advertidos de que no dejen jugar al bebé con el codiciado i-Phone; se ha dicho que las ondas de radio emitidas por los artefactos inalámbricos pueden ser dañinas para los cerebros en crecimiento de los pequeños. Aunque en 2009 un artículo tecnológico en el New York Times parecía haber derribado esta idea, en 2012 se renovaron las preocupaciones cuando se publicó un nuevo estudio que afirmaba que los niños absorben más radiación que los adultos. Además, los estudios que se hicieron con respecto al peligro de las radiaciones de los teléfonos celulares se han usado en modelos de cabeza de adultos, no de niños. En otras palabras, mientras aumenta la preocupación, todavía no se ha podido probar si los teléfonos celulares son peligrosos o no. Mientras tanto, a los bebés se les pueden dar imitaciones como las de Fisher-Price Smart Phone. Cuando los niños van creciendo, depende de sus padres si quieren arriesgarse o no a un daño potencial por radiación.
PREOCUPACIÓN N° 3: DAÑOS FÍSICOS
Hay ocasiones en que mandar mensajes de texto puede ser perjudicial para la salud. Ni los niños ni los adultos deben, nunca, cruzar la calle o conducir un automóvil mientras están texteando. En 2009 un estudio demostró que “Los niños que hablan por celular mientras Cruzan la calle, tienen muchos más riesgos de sufrir lesiones o morir en accidentes peatonales”. Si se le da un celular a un niño, también deben dársele instrucciones acerca de cómo y cuándo usarlo. Y también está el hecho desgraciado de que el hecho de llevar un teléfono celular (o cualquier otro elemento de alta tecnología) por la calle, te hace objeto de deseo por parte de los delincuentes. Los niños necesitan estar atentos a lo que pasa a su alrededor cuando usan sus celulares (o iPads o iPods) en lugares públicos.
PREOCUPACIÓN N°4: ES UN PELIGRO EMOCIONAL
Además de los peligros físicos relacionados con los teléfonos celulares, existen otros riesgos potenciales. Las noticias están llenas de historias de niños que entraron en contacto con pedófilos por medio de mensajes de texto. También está el asunto del sexting y el bullying. Los padres que están atentos al uso que sus hijos hacen de Internet pueden no estar dándose cuenta de que existen las mismas amenazas en los celulares… todos hemos escuchado casos acerca de, por ejemplo, fotografías comprometedoras circulando por todas partes y sus protagonistas siendo víctimas de bullying hasta, incluso, llegar al suicidio. El Sexting, que puede tener repercusiones tremendas, es más común de lo que los padres podrían pensar. “Uno de cada cinco adolescentes han enviado fotografías sexualmente sugerentes a alguien, y un tercio de ellos las han recibido, según un estudio elaborado por la National Campaign to Prevent Teen and Unplanned Pregnancy (Campaña Nacional para la Prevención de Embarazos en las Adolescentes”, reporta GreatSchools.org. Está claro que los padres tienen que estar tan atentos al uso que sus hijos hacen del celular como lo están de su uso de Internet, y mantener abierto un diálogo claro y sincero con los niños acerca de los riesgos que ambos entrañan. Puedes verificar con tu servidor los planes para celular, puedes elegir un número determinado de SMS y se pueden bloquear las imágenes. Sorprendentemente, hacerte cargo de las facturas del teléfono celular de tus hijos puede significar una gran diferencia. GreatSchools afirma que el 17% de los niños que pagan sus propias cuentas “han enviado imagines desnudos o semidesnudos, comparados con tan solo el 3% que lo ha hecho cuyas cuentas son pagadas por sus padres o un tercero”.
PREOCUPACIÓN N° 5: SE INTERPONE CON COSAS IMPORTANTES
¿Te preguntas cómo es posible que tus hijos acaben las tareas, se sienten a comer en familia o simplemente tengan una noche de buen descanso con todo el texting que hacen? Haces bien en preguntártelo. Cuando la compañía Nielsen elaboró un estudio en 2008, encontraron que “los adolescentes norteamericanos enviaban y recibían una media de 2.272 mensajes de texto por mes en el periodo de los primeros tres meses del año”. Eso son como 80 mensajes por día. Suena un poco mucho, ¿verdad? Ya en 2010, cuando la misma empresa hizo otro estudio, encontró que los adolescentes estaban, de media, “mandando o recibiendo 3.339 mensajes de texto por mes. Eso es más de seis por hora, cuando están despiertos, claro”. Ahora sí que suena como una barbaridad de mensajes ¿verdad? Está claro que estos números afectan el cómo los niños se manejan con sus tareas escolares, en sus relaciones interpersonales y en su tiempo de descanso (que, dicho sea de paso, es fundamental para los niños en crecimiento). El New York Times comparte la opinión afirmando que “el fenómeno está empezando a preocupar a los pediatras y psicólogos, quienes dicen que esto lleva a estado de ansiedad, falta de atención en el colegio, fracaso escolar, estrés de repetición y falta de sueño”. Limitar la cantidad de SMS por medio de tu proveedor de servicio o con normas que discutas con tus hijos (o una combinación de ambos) puede ayudar a prevenir una facture desorbitada y la falta de atención y privación de sueño asociadas a ella.