Para muchas, los cambios hormonales, nuestro visitante mensual, o la menopausia pueden hacer que salgan, pero los desequilibrios en la dieta y el estrés también pueden causarlo, “incluso una cantidad moderada de estrés—como el equilibrar tu vida profesional y vida social, o regresar a casa del trabajo y tener que preparar la cena para tu familia— es suficiente para desencadenar este problema”, comenta Ava Shamban, MD, profesora clínica asistente de dermatología en la UCLA y autora deHeal Your Skin, , en una entrevista a Women’s Health.