4. Vuélvete cocoloca
En lugar de utilizar acondicionadores químicos, opta por aceite de coco completamente natural. Puede penetrar el cabello mejor que otros aceites; se evita la pérdida de proteínas y huele delicioso. Aplica una cucharada de un cuarto de tamaño a tu cabello, péinalo y luego júntalo todo en un moño suelto. Déjalo una hora (o durante la noche) con un gorro de ducha y luego lávalo dos veces con un limpiador suave.
5. Acondiciona antes de bañarte
Los tratamientos con acondicionamiento previo dan más humedad a tus hebras que si lo haces después de que te lavas la cabeza. Para un acondicionamiento profundo, simplemente moja o humedece el cabello para abrir la cutícula, aplica acondicionador a las partes medias largas y extremos y espera de 30 minutos a una hora. Aunque la mayoría de los acondicionadores funcionarán, si quieres derrochar, prueba Philip Kingsley’s Elasticizer, un tratamiento pre-shampoo que se dice convierte la paja en seda.