Viajar siempre nos da hambre. Y esto sólo aumenta cuando nos quedamos varados en algún aeropuerto durante los típicos retrasos o mientras esperamos el siguiente vuelo. Nos cansamos de comer los sándwiches rancios y otros bocadillos comunes de los aeropuertos, así que investigamos un poco y resulta que actualmente existen muchos excelentes restaurantes en los aeropuertos.