2. Les gusta tener una opción.
Desde el momento en que se dan cuenta de que tienen algún tipo de control, a los niños les gusta tomar sus propias decisiones. Los psicólogos dicen que la autonomía es un motivador poderoso. Nosotros lo llamamos molestia. Típicamente comienza cuando los niños empiezan a comer, que es un proceso gloriosamente desordenado y frustrante para todos los involucrados. De pronto, tu hijo se niega a tocar nada verde. Pero si les das una elección entre guisantes o zanahorias, podrá elegir uno. Y dándoles esa independencia, estás poniendo el poder en sus manos. Sin embargo, como tú proporcionas las opciones, estás a cargo. ¿Quién es una mami astuta?