Es posible ponerse en forma después del embarazo sin cambiar tu rutina-MainPhoto

Es posible ponerse en forma después del embarazo sin cambiar tu rutina-MainPhoto

Desde que nació mi hija, hace ya quince meses (¡cómo pasa el tiempo!), se me ha hecho virtualmente imposible recuperar el nivel de actividad física que tenía antes del embarazo. Entre el trabajo, las cosas de la casa, mi hijo mayor, mi esposo y la bebé, escasamente tengo tiempo de encargarme de las comidas, mantener un mínimo de vida social y descansar un poco. ¿Tiempo para ir al gimnasio? Ni hablar… Y, siendo sincera, tampoco tengo la energía para hacerlo.

En estos últimos meses intenté muchas cosas para tratar de reintroducir el ejercicio en mi vida y recuperar mi estado físico pre-embarazo: levantarme media hora más temprano para ejercitarme en casa, tomarme hora y media a mediodía para ir al gimnasio, o hacer algo de ejercicio en la noche, luego de que la beba se ha dormido. Pero siempre el cansancio me ganaba la carrera, hasta que descubrí lo que voy a contarte ahora.

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Así que, si tú también te has visto en la dificultad de ponerte en forma luego del embarazo, te tengo una buena noticia: existe una manera en que puedes comenzar a mejorar tu estado físico, de inmediato y sin modificar tu rutina.

ACTIVIDADES DIARIAS COMO EJERCICIO
A menos que seas una piedra echada en un sofá todo el día sin moverte ni respirar (poco probable puesto que estás leyendo esto), cada día y a cada momento estás realizando ciertas actividades que constituyen esfuerzo físico:

  • Tareas de limpieza del hogar como lavar la vajilla, barrer o limpiar el piso, lavar las ventanas, hacer las camas, mover muebles, cocinar, etc.
  • Subir y bajar escaleras, ya sea en casa, en el trabajo, o en la calle (como imaginarás, los ascensores y las escaleras eléctricas no cuentan ;) ).
  • Caminar, incluso si se trata de un paseo, caminar mientras haces las compras en el supermercado, o moverte un poco al hablar por teléfono.
  • Hacer actividades recreativas, como montar bici, jugar cualquier tipo de deporte (¡incluso los de videojuegos!), pasear a tus mascotas, saltar la cuerda, nadar, patinar, y todos los juegos que haces con tus hijos, en casa o en el parque.
  • ¡Hasta hacer el amor es una forma excelente de ejercicio! (de eso te contaré en otro artículo).

Como ves, el secreto está en pasar sentada la menor parte del tiempo. Ten esto en mente y verás lo fácil que es ir agregando minutos y minutos de actividad física a tu vida sin que signifique prácticamente ningún esfuerzo extra.

LOS NIÑOS CRECEN, NUESTRO ESFUERZO TAMBIÉN
¿Alguna vez te pusiste a pensar que esa cosita de cerca de 4 kilos que era tu bebé recién nacido, mes a mes va aumentando de peso y se va moviendo con más facilidad? Mi hija actualmente pesa más de 8 kilos, y yo me sorprendo al recordar que se me hacía más bien pesadita cuando apenas tenía un mes de nacida. Ahora no sólo pesa más del doble, sino que está más grande y es bien difícil sostenerla en los brazos porque ella se voltea y quiere agarrarlo todo.

Pues ese esfuerzo requiere energía, y en la medida en que los hijos van creciendo, las mamás nos vamos haciendo más fuertes. Desarrollamos la fuerza y la resistencia física necesarias para consentir y cuidar a nuestros hijos, para arrullarlos y tomarlos en brazos cuando se quedan dormidos, para cargarlos y consolarlos cuando se sienten mal, y para levantarlos cuando necesitan nuestra ayuda.

He visto mamás cargando a sus hijos de más de 10 años como si fueran una pluma. ¡Qué fuertes son! Pues bueno, ese esfuerzo es el equivalente al del chico fuerte que va a levantar pesas al gimnasio. Se requieren músculos a tono y un buen nivel de energía para llevar nuestros hijos día a día de la mano en el camino de la vida, así que ¡celébralo, chica fuerte!

SIMPLEMENTE LEYENDO ESTO, YA ESTÁS MEJORANDO
Y no estoy exagerando, es la pura verdad. En varias investigaciones se ha mostrado que el hecho de tomar consciencia de nuestros movimientos, de nuestros esfuerzos, y de los músculos que utilizamos cuando hacemos alguna actividad física, aumenta significativamente los resultados que obtenemos en términos de pérdida de grasa. Eso hace que perdamos centímetros más fácilmente que si nos ejercitáramos distraídamente.

En efecto, darnos cuenta de que, como madres, cada vez somos más fuertes y más activas hará que quememos más calorías, estemos más delgadas, y nos sintamos mejor. Y si a eso le agregas un pequeño esfuerzo para llevar una alimentación más saludable, tienes el éxito garantizado. Así que ya sabes, tú también puedes ser una mamá en plena forma si das prioridad al compartir con tus hijos y ofrecerles un futuro saludable. ¿Qué mamá no haría eso? ;)

Maricarmen Grisolía, La Chica de la Dieta, es autora, PhD, Coach Nutricional Certificada PN1, Entrenadora Master JNL Fusion y Emprendedora Latina. Ella ayuda a las personas de habla hispana de todo el mundo a transformar su vida y estar más felices en su cuerpo gracias a Tu Nuevo Cuerpo, el primer programa de coaching nutricional online especialmente diseñado para el público de habla hispana.

Puede saber más sobre La Chica de la Dieta en su blog y en sus perfiles sociales de Facebook y Twitter.