Tips de meditación focalizada para relajarte-MainPhoto

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Vivimos vidas frenéticas, llenas de cosas para hacer, fechas límite y mandados. Personalmente, apenas tengo tiempo de terminar una tarea cuando ya tengo que cumplir con la siguiente. Los días vuelan y apenas tengo tiempo para relajarme cinco minutos. Por la noche no mejora. Me quedo despierta pensando en todo lo que aún tengo pendiente y cómo lo voy a hacer encajar en mi agenda.

Con todo este caos, llegó el momento en que sentí que estaba a punto de quebrarme. En ese momento, una amiga me sugirió que probara con la meditación focalizada, un tipo de meditación que se puede hacer mientras estás en marcha por ahí y no tienes tiempo de practicar otro tipo de meditación más tradicional.

La meditación focalizada es un estado de atención consciente a lo que te rodea en el momento preciso. No importa que estés lavando los platos, limpiando, trabajando o en el autobús, tienes que ser consciente de la experiencia vital en ese instante. No se trata de juzgar lo que piensas o lo que sientes, solo tienes que permitir que fluya y no quedarte atrapada en ello.

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CÓMO PRACTICAR LA MEDITACIÓN FOCALIZADA

  • Concéntrate en lo que estás haciendo. No permitas que las incertidumbres sobre el futuro se entrometan en ese instante, y si lo hacen, expúlsalas cuanto antes. Concéntrate y respira hondo. Trata de focalizar en lo más simple, en las cosas cotidianas para practicar el AHORA.

  • Si tienes dolor, permítete sentirlo. Ten compasión de ti misma. Siente lo que tengas que sentir, incluso si es doloroso. No lo hagas desaparecer o te juzgues débil. La meditación focalizada se trata de verte de forma objetiva. La revista Psychology Today menciona que las enseñanzas de Buda dicen que la fuente del sufrimiento es nuestro intento de escaparnos de esa experiencia. En otras palabras: nos causamos más sufrimiento intentando huir del dolor e intentando vivir en el placer todo el tiempo.

  • Una cosa a la vez, no te anticipes. Si estás concentrada en un proyecto, por ejemplo, no contestes el teléfono o chequees tus emails. Haz lo que sea para mantener tu atención en lo que estás llevando a cabo. Aunque la anticipación de algo nos puede llenar de alegría, también nos causa mucha ansiedad. Rememora momentos gratos como sentarte con una amiga a tomar un café y pasar la tarde charlando. Trata de no pensar en lo que está por llegar. Tenemos que tomar las cosas una por vez, viviendo el presente.

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  • Haz cosas que te apasionen. De esa forma te concentrarás en cosas que son buenas para ti. Yo tengo ADHD. Honestamente, es agotador. Sin embargo, como profesora, una vez que entro en mi aula, estoy 100% atenta a lo que sucede. Mis pensamientos no vagan por cualquier lado y disfruto la experiencia. Cuando salgo del aula, me asalta todo lo que aún tengo pendiente y me angustio. Pero… lo cierto es que en mi lista de deberes no hay nada demasiado importante. Solo tengo que hacer fuera del aula lo mismo que hago dentro, focalizar en UNA cosa.

  • Concéntrate en los aspectos positivos de tu vida. Sé consciente de las cosas buenas que te rodean. Hay muchas. Piensa en lo afortunada que eres en algún área de tu vida. Reconócelo, escríbelo, agradécelo.

La meditación focalizada se trata de estar realmente presentes en nuestra vida y no desear que las cosas fueran diferentes. Si necesitamos tomar una decisión o cambiar algo, tendremos la claridad mental suficiente como para saber qué hacer y cómo hacerlo. Cuando estamos en este estado mental de vivir el presente, somos más efectivos. Nuestra mente se libera, la niebla desaparece y ¡siempre estamos listas para avanzar!